Ayer estuve comiendo, celebrando unos cumpleaños, con unos queridos amigos.
Comimos bien, en un restaurante de Donostia, cuyo nombre no diré, que esto no es TripAdvisor. Buena la comida, buen ambiente, amable el servicio, y eficaz, y poco ruido.....
Uno de los comensales preguntó que qué opinabámos del regalo de Amancio Ortega de 320 millones para combatir el cáncer....a la Seguridad Social...
Me parece mal, dije, con el asombro de, al menos, parte de la mesa. Y argumenté con un exceso de apasionamiento, que mis amigos, y la sobremesa, no se merecían....
Mi argumento fué muy simple: Que este señor pague sus impuestos como el resto de los ciudadanos y luego, después, con lo que le sobre que haga todas las obras de caridad que quiera. Pero primero que pague, que resulta, decía yo, que de mi pensión me cobra hacienda el 18 % y este señor, como otros muchos ricos y poderosos del país pagan miserias porcentuales sobre sus inmensos ingresos.
Hay otros argumentos, que yo obvié, como explican en la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
En este artículo de prensa se cuentan algunos:
No tuve, con todo, energía para extender mi argumentación al caso, tan cercano en estos días, de la X en la Declaración de la Renta a favor de la Iglesia Católica.
Paguen los católicos exactamente los mismos impuestos que los no católicos, que los ateos, los evangelistas, los musulmanes, los seguidores del Flying Spagetti Monster...y, luego, si quieren mantener a su Iglesia que le hagan los donativos que quieran...pero que no lo sustraigan del importe con el que deben contribuir, como todos los demás ciudadanos a los gastos del estado.....para la Educación, para la Sanidad....
O cómo dice:
"De la parte ( de los ingresos de la Iglesia Católica) que no son donativos o ingresos extraordinarios, una de las cantidades más importantes corresponde a lo recibido a través de la casilla del IRPF. Esa cantidad, que supuso 268,3 millones en 2016, sale del bolsillo de todos los contribuyentes, pues se detrae del total de la masa fiscal. Los católicos que marcan la X en la casilla correspondiente de la declaración de la renta aportan a la Iglesia un 0,7% de su cuota fiscal y, a Hacienda, el 99,3% restante. El resto de ciudadanos aporta a Hacienda el 100%. Por tanto, sea cual sea la decisión de cada contribuyente, no se modifica la cuantía final del impuesto que paga o de la devolución a la que tenga derecho, subraya la Agencia Tributaria."
Comimos bien, en un restaurante de Donostia, cuyo nombre no diré, que esto no es TripAdvisor. Buena la comida, buen ambiente, amable el servicio, y eficaz, y poco ruido.....
Uno de los comensales preguntó que qué opinabámos del regalo de Amancio Ortega de 320 millones para combatir el cáncer....a la Seguridad Social...
Me parece mal, dije, con el asombro de, al menos, parte de la mesa. Y argumenté con un exceso de apasionamiento, que mis amigos, y la sobremesa, no se merecían....
Mi argumento fué muy simple: Que este señor pague sus impuestos como el resto de los ciudadanos y luego, después, con lo que le sobre que haga todas las obras de caridad que quiera. Pero primero que pague, que resulta, decía yo, que de mi pensión me cobra hacienda el 18 % y este señor, como otros muchos ricos y poderosos del país pagan miserias porcentuales sobre sus inmensos ingresos.
Hay otros argumentos, que yo obvié, como explican en la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
En este artículo de prensa se cuentan algunos:
Rechazo a la donación de Amancio Ortega para la sanidad pública
No hubo aprobación y sí, mucha discusión y yo defendí mi argumentación, como decía, apasionadamente, en exceso apasionadamente ( ¿fué fulpa del rico tinto de Somontano? )
No entré para nada en la historia de "cómo" ha conseguido este señor su fortuna, como ha creado su imperio, sobre la explotacuón laboral, sobre la extracción de la plusvalía que dirían los marxistas.....y acepté el argumento de lo "admirable" de su éxito como empresario capitalista....
Pero, en cualquier caso, aquí tengo que ofrecer mis disculpas a los queridos amigos y, muy especialmente, a M. que rebatió mi argumentaicón una y otra vez. Lo cortés, como siempre, no debe quitar a lo valiente.No tuve, con todo, energía para extender mi argumentación al caso, tan cercano en estos días, de la X en la Declaración de la Renta a favor de la Iglesia Católica.
Paguen los católicos exactamente los mismos impuestos que los no católicos, que los ateos, los evangelistas, los musulmanes, los seguidores del Flying Spagetti Monster...y, luego, si quieren mantener a su Iglesia que le hagan los donativos que quieran...pero que no lo sustraigan del importe con el que deben contribuir, como todos los demás ciudadanos a los gastos del estado.....para la Educación, para la Sanidad....
O cómo dice:
"De la parte ( de los ingresos de la Iglesia Católica) que no son donativos o ingresos extraordinarios, una de las cantidades más importantes corresponde a lo recibido a través de la casilla del IRPF. Esa cantidad, que supuso 268,3 millones en 2016, sale del bolsillo de todos los contribuyentes, pues se detrae del total de la masa fiscal. Los católicos que marcan la X en la casilla correspondiente de la declaración de la renta aportan a la Iglesia un 0,7% de su cuota fiscal y, a Hacienda, el 99,3% restante. El resto de ciudadanos aporta a Hacienda el 100%. Por tanto, sea cual sea la decisión de cada contribuyente, no se modifica la cuantía final del impuesto que paga o de la devolución a la que tenga derecho, subraya la Agencia Tributaria."